Debido al continuo agotamiento del planeta, los modelos económicos y
de producción actuales tendrán cambios sustanciales en los próximos años
debido a la necesidad de cuidar el planeta y a la creciente
concientización de los consumidores y su deseo de colaborar en este
sentido.
El modelo de producción de café como monocultivo podría
tener sus días contados en Latinoamérica porque requiere gran cantidad
de mano de obra, actualmente se encuentra descapitalizado, los cultivos
son viejos, están agotados, y las plantaciones enfermas, hay problemas
económicos en la mayoría de los países de la región, una migración
fuerte hacia los países del norte del continente que origina una
desestabilización geopolítica de importancia.
Si describimos
sustentabilidad, quizá de manera algo simplificada como un sistema
biológico que puede conservar la diversidad y productividad a lo largo
del tiempo, inclusive mejorando esas condiciones de diversidad y
productividad, quizá deberíamos plantearnos un modelo alternativo para
estos países en lo que a café se refiere.
Un posible acercamiento que no aplica a todos, pero si a bastantes
comunidades sería el abandono de la visión actual del cultivo, ¿Para qué
cultivar café si no hay un mercado rentable? Solo que las barreras para
salir del negocio son muy grandes.
Generalmente en Latinoamérica,
las regiones cafetaleras se encuentran en zonas remotas, muy aisladas y
de muy difícil acceso; la economía se centra en el cultivo del café
porque en años ya muy pasados, era un cultivo prospero, rentable y
enriquecedor mismo que no se quiere perder con la esperanza de que
retome algún día los viejos tiempos y genere un efecto multiplicador del
ingreso en la zona como sucedió antes.
También estas zonas montañosas de difícil acceso terrestre por lo general son privilegiadas en clima y en condiciones hídricas, entonces por que no pensar en el desarrollo y nutrición comunitaria antes que en ofertar como siempre se ha hecho café a mercados internacionales saturados de oferta.
La idea no es novedosa y se ha puesto en practica a niveles aislados con mucho éxito, la gran limitante es la transmisión del conocimiento de como hacerlo, pues se requiere de especialistas muy capacitados y apoyo gubernamental para generar y transmitir el conocimiento lo cual muchas veces es adverso a los intereses políticos de dependencia y manipulación, para mi ese es el centro del problema a resolver.
Con las condiciones reinantes en la mayoría de las zonas aisladas de
estos países se pueden iniciar cultivos bio-dinámicos, sustentables
cambiando el propósito del trabajo de producir café para el mundo a
producir alimentos sanos para consumo regional junto a una producción de
café mas moderada, de mejor calidad y menos dependiente del exterior.
La
idea comienza con el diseño de áreas de producción de hortalizas para
consumo local en terrazas con medidas estándar de 5 metros de largo por
metro y medio de ancho, dejando pasillos de 1 metro y medio entre las
huertas; esta medida debe repetirse exactamente porque los gallineros
también serán de esta misma medida,
La tierra debe ser vista en su
justa dimensión, como un ecosistema vivo que requiere condiciones de
nutrición y manejo para mantenerse sana, es esta relación entre balance
mineral de nutrimentos, agua y aireación lo que mantiene vivos a los
organismos que le dan sustentabilidad a todo el proyecto.
Se utilizan
todos los vegetales disponibles para formar material compostable que
debe agregarse al terreno para mejora de su vigor.
Las hortalizas que se siembren deben estar orientadas primordialmente
al consumo local ya que pueden no ser competitivas a precios de mercado
global, pero ya que no necesitan trasladarse de las ciudades a los
puntos de consumo mas remotos como ocurre con los commodities que
aumentan sustancialmente su costo, estas son viables de cultivar
Si
las parcelas y cultivos rotatorios están bien diseñados, el suelo se ira
enriqueciendo y mejorara la humedad, aireación y salud de los
microrganismos y organismos que viven en él generando condiciones para
un buen desarrollo de plantas y hortalizas comestibles, de esta manera,
se han sembrado con éxito en zonas cafetaleras hasta cuarenta variedades
de hortalizas que abarcan cereales, leguminosas, oleaginosas, frutas y
verduras diversas; también ha podido integrarse gallineros para
controlar la aparición de insectos y animales nocivos para los cultivos,
además de generar huevo, carne y aportar nitrógeno al suelo por la
acumulación de detritus.
Respecto a los cafetales, estos deben ser cuidadosamente planeados en zonas donde puedan construirse calles y terrazas exactas para poder maniobrar con pequeños tractores para chapeo y manejo del suelo, se debe manejar cultivos de cobertura para evitar la aparición de malezas nocivas aportando nitrógeno al suelo y evitando la erosión por arrastre con el agua o la excesiva evaporación y optimizar la mono de obra para hacerlo rentable, este tipo de cultivo no requiere agroquímicos ni pesticidas del exterior.
La producción y manejo del cafetal puede ser orgánico planeando la densidad correcta con arboles de sombra que aporten nitrógeno al suelo y a la vez, eviten la sobreproducción del cafeto, mitiguen al exceso de calor, den estabilidad a la producción a lo largo de los años y eviten fenómenos como el de la bi-anualidad. Hay que recordar que el objetivo primordial es la alimentación de la comunidad y que el café solo genera algunos excedentes para la compra de bienes complementarios a la alimentación como ropa, gasolina, material de construcción y herramientas ya que se ha probado que, con un manejo adecuado de las parcelas, las familias pueden vivir por años alimentándose sana y adecuadamente sin dependencia del exterior. Debido a la rotación de cultivos, se mantiene un control de plagas y enfermedades mas eficiente pues en muchos casos los ciclos de aparición y vida de estas se rompen; de igual manera, cafetales con variedades tradicionales se enferman menos si estos son jóvenes y se encuentran bien nutridos, lo que frecuentemente sucede en terrenos sanos, bien composteados y libres de agroquímicos; para la roya, caldo Bordelés de manera preventiva y mucha supervisión han sido efectivos para su control en mas de una ocasión.
La menor dependencia de las comunidades del exterior, aprovechando las ventajas del aislamiento, el mejor manejo de la tierra y la racional producción de café seguida de un procesamiento mas eficiente en términos de calidad, permitirá una participación más eficiente en el futuro cercanos para aquellos productores con visión y ganas de trabajar.
Lo que se requiere es de apoyo gubernamental o inclusive internacional para difundir estas ideas ya probadas a fin de mitigar efectos económicos y reducir la migración hacia países mas desarrollados evitando la creación de nuevos problemas de oportunidad para los habitantes de estas comunidades; Es el uso racional del agua, suelo y la nutrición adecuada a nivel regional la respuesta a la crisis de precios internacionales del café.